QUE FUI AYER, QUE SOY HOY

¡Que cantidad de recuerdos!. Viendo esta foto, me acuerdo de los veranos en el chalet, de lo chicote que era y de lo feliz que me encontraba. Era una niña que no necesitaba mucho para estar contenta. Me gustaba estar en casa jugando a mi bola, imaginandome mundos y personajes con quien compartir mis aventuras.
Muchas veces me he preguntado el porqué de ese cambio en la adolescencia, el porqué deje de ser aquella niña feliz y me convertí en algo que no soy ni por asomo.
Me complique la vida, mirando por otros ojos que no eran los mios. Seguí complicandomela cuando rechace de pleno todos mis sentimientos, ya que no estaban dentro de "la moral", y más tarde seguí compliandome la existencia al permitir que disfrazaran mi exterior con atuendos que no eran de mi estilo, y, lo más curioso es que me avergonce de mi misma al sentir que se avergonzaban de mi los propios que me habían manejado.
Ahora, después de pasar la crisis de los 10 años, la de los 20 años, los 30 años, la temida crisis de los 40 años,... me toca pasar la crisis de los 50, que no se de que demonios se trata. ¿Que me espera en esta época?.
Creo firmemente que esta crisis de los cincuenta va a ser... ¡¡¡el mejor de mis momentos!!!.
Recuperar aquella parte de la niña que deje por el camino, recuperar la simplicidad de los gestos, mis sentimientos, mis miradas, mi aspecto exterior de cincuentona, pero no menos bella... va a ser mi ilusión, mi guerra, mi trofeo. Romper con aquel pasado corrupto va a hacer que pueda ver con mis propios ojos la vida que tengo por delante y abrazar aquella moral que a lo largo de mi vida son ya mis creencias y con ello, protegerme del despropósito ajeno que limita la creación de unos cimientos fuertes.
Lo que hoy soy, lo que hoy voy a conseguir, es lo que ayer fui y deje escapar.
Gracias por vivir.