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viernes, 17 de abril de 2020

ESAS DIFERENCIAS

No pretendo que está reflexión sea una reflexión política, más bien pretendo que sea una reflexión social o más bien de conciencia humana.
Vivo en la comunidad valenciana. Últimamente prefiero oír las noticias de refilón. Mucho me ha afectado durante este tiempo el oír tanto y tanto conflicto.
Llevo casi cuarenta días apartada de la familia, de mis amigos de gente que me importa pero no soy la única. Aún así me siento privilegiada porque puedo hablar todos los días, porque no estoy sola, porque este bicho ( de momento) no nos ha atacado de lleno y no he sentido la impotencia de no poderme despedir de un ser querido.
Pude despedirme hace unos meses y a pesar de la dureza, que fue muy duro, dudo mucho que en el resto de mi vida hubiera podido superar no haber estado a su lado.
Bueno, la reflexión no iba por ahí aunque algo me afecta a la hora de pensar como pienso.
Como decía vivo en la comunidad valenciana, en Valencia más exactamente y no puedo dejar de pensar en todo lo que se ha hablado de lo que ha pasado en esta crisis, que si el 8M, que si las aglomeraciones, que si la falta de previsión, que si no se han hecho las cosas bien, que si las culpas, y...mil frustraciones más de quien no asume su propia culpabilidad. No olvidemos que todos somos culpables de la transmisión de este maldito virus.
Valencia celebró el 8M por sus calles con todo su potencial. Nadie nos obligó a ir; se celebró la crida, las mascletá desde el mismo día 1 de marzo, partidos de fútbol tanto en Italia donde se desplazaron muchos de nuestros aficionados como aficionados italianos, en plena crisis, se trasladaron a nuestra ciudad. El primer caso de coronavirus data en nuestra ciudad, la primera residencia de ancianos detectada por contagios también fue en la comunidad valenciana...
Sin embargo, ¿Por que no estamos a la cabeza en las estadísticas en contagiados, muertos, residencias, contaminadas, etc.etc.?
De verdad que estoy muy asombrada de ver los "buenos" resultados ( lo pongo entre comillas ya que lo bueno sería el coste cero, cero contagiados, cero muertos, cero residencias) que tenemos en mi comunidad. ¿Algo se habrá hecho bien? Algo habremos hecho bien cuando teníamos todos los números para la mayor catástrofe a nivel mundial.
No hay ni uno de los casi cuarenta días que llevo en cuarentena que no tenga un momento de debilidad y me salten unas lágrimas. No puedo olvidar mi luto, no puedo alejarme, por mucho que lo intento, de ver la soledad que puede sentir mi propia madre sola con 86 años y con todo lo que llevamos arrastrando desde hace tiempo. No puedo pasar de largo en muchas de las cosas que están sucediendo a mi alrededor. No estoy por la labor de decir, ni siquiera pensar, quien se ha equivocado; no puedo ni quiero juzgar quien lo ha hecho mal. Todos lo hacemos bien y lo hacemos mal en momentos y lugares.
Lo que sí creo que podemos afirmar es que es de todos y que todos somos, en la misma medida, responsables de lo que suceda.
No salgo ningun día a las ocho a aplaudir, pero no me importa que se haga. Aplaudo todos los días desde que me levanto hasta que me acuesto por todo aquel o aquella que es sensato con todo aquello que está en su mano hacer y cumple con su obligación sin más.
Cuidaros y ser buenos...
Y mil gracias por quedaros en casa.