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jueves, 27 de abril de 2017

MI NIÑA INTERIOR



Ayer estuve hablando con mi niña interior y sin saber por qué, la llamé "estúpida niña repelente, prepotente y rara".
Ayer no lloré porque tuve vergüenza ajena.
Pero hoy ¡sí que lo hago!. Hoy lloro porque lo siento mucho, siento mucho haberte hablado así. Me afectó mucho ver la diferencia entre aquella niña de pocos años y la mujer en la que se ha convertido hoy.
No soy ni mejor ni peor.
Culpo al paso del tiempo y a esa incomunicación contigo que me hizo adquirir tanto despropósito y abandono de mis valores más firmes -nuestros valores puros-, poniendo entre nosotras lo más necio de los demás. Me desvie del camino y no me ocupe de nuestras cosas.
Me ha costado mucho deshacerme en estos últimos años  de lo peor que he ido adquiriendo por este camino de la vida y cuando te he visto en mi mente y en mi corazón, no puedo más que echarte la culpa por haber permitido que todo lo que no me gustaba de mi misma se afincara dentro y todavía continúe después de más de cincuenta años, y...¡me cuesta tanto, en ocasiones desprenderme de ello!
Si soy pobre es porque me dejé empobrecer. Dí poder y no es justo quejarse.
Si soy torpe y lenta es porque le di valor a las capacidades de los demás y me abandoné en un "no puedo" inexistente.
Si me he sentido fea es que solo vi la belleza a mi alrededor y no supe buscar allá dónde se escondían mis sueños, en ese pedacito tan bello de tu corazón y el mio.
Si me robaron la ilusión, mi libertad, mi pasión, mis sueños y aquello a lo que más puedo amar, ha sido por mi estúpida cobardía.
Ayer, cuando hable contigo, -mi niña interior-, supe que antes o después encontraría el valor y las fuerzas para reencontrarme contigo y recuperar el tiempo, los valores y las ganas de volver a ser yo.
Ayer me dí cuenta que, si acaso, la única estúpida, repelente, prepotente y rara, soy yo y aquello que deje de hacer hace más de cincuenta años.

miércoles, 19 de abril de 2017

SOLO POR UN DIA

No suelo meterme así tan directamente y con tanta rabia con unos sentimientos tan a flor de piel, pero lo voy a hacer y ruego que me perdonéis por ello.
Seré escueta. Mis circunstancias personales más allegadas a mi sensibilidad íntima están dañadas. Mejor o peor se mantenían pero de una época aquí, están totalmente "desvirtuadas".
Gracias a tí. No es que tengas poder, es únicamente que tienes una lengua viperina y a saber las barbaridades que han salido por ella.
No importa.
Tienes dos razones, al igual que yo tengo una, para desearte de lo más profundo de mi interior que jamás puedas descansar, que todo por lo que esté pasando yo, mi lejanía, la pases por duplicado y que jamás puedas volver a descansar en paz ni un solo minuto.
Por una vez, por esta vez, permitidme que saque mi veneno. Como no soy así quizá lo lamenté pero hoy, está noche, voy a dormir profundamente en un sueño bonito y con el deseo de que se cumpla.
"Cuanto daño se puede hacer por la inconsciencia de meterse donde nadie te llama"
Descansa en paz hoy, quizás ya no vuelvas a hacerlo jamás, "amiga".

"No me preguntéis porque me siento así.
No veáis si es odio o es rencor.
Si los recuerdos han venido a buscarme o si tan sólo es un tropezón.
Mirad que en este corazón,
Tan solo quise lo mejor,
Pero como todo en esta vida, surge  sin un motivo y sin razón"
                Maco Seguí

Soy infinitamente feliz con todo lo que tengo y todo lo que soy pero jamás, aunque pasen mil años, perdonaré tu estaca rastrera.

sábado, 15 de abril de 2017

MEA CULPA




Hoy he tenido un día un poco "espeso" y no por la "mea culpa" sino por ver actitudes en los demás que me hacen pensar y variar un poquito el concepto de la vida.
Estamos hartas de las actitudes que desprecian la vida y desprecian a los demás. Actitudes en el trabajo que indican una superioridad "ausente". Digo esto porque mostrar una actitud hacia los demás de prepotencia indica falta de respeto y falta de un concepto, muy importante en la identidad humana, como es la igualdad.
Démonos cuenta de una vez que en esencia, todos somos iguales. En la medida que nos comportamos como imbéciles autorizamos a los demás a que nos vean y nos traten como imbéciles. ¡Tened cuidado!
Luego sales de trabajar y pasa exactamente lo mismo. Es una injustificación constante ver lo que tenemos delante de nuestras narices, gente insensible, prepotente y que humilla al resto de la naturaleza porque le da la gana, vecinos que no piensan que viven en una comunidad y culpan a los demás de su propia "suciedad"(esto lo digo con doble sentido), y otros muchos que desde su hipócrita situación de creerse "más altos" (en una posición social más elevada), se piensan que son más guapos, más listos y más verdaderos con lo que creen tener la capacidad de juzgar a los demás.
Más tarde llegas a casa y decides navegar a través del ordenador a un mundo donde la dignidad de muchos se ha esfumado gracias a la cantidad de impertinencias vertidas a bocajarro contra todo cristo viviente y es el momento en el que te das cuenta que lo "espeso del día" pasa a ser pena.
 Me conformo con pensar que somos así y continuo mi camino.

Con lo bonito que sería comportarnos como seres racionales y con corazón, respeto y amabilidad hacia los demás... ¿una utopía? Bueno, pues eso será. Después de hoy, reconozco que mi vida será la misma de siempre y que incluso volveré a comportarme en algún momento, aunque no quiera, con esa actitud que hoy he visto a mi alrededor. Entonces solo puedo decir..."Mea culpa" 

domingo, 9 de abril de 2017

CUANTOS AÑOS ATRAS

Termino de leer "Madre no hay más que dos" un libro muy interesante escrito por Lídia Titos García, que trata, como dice en su contra portada, de la historia de una pareja de lesbianas que ha decidido tener un hijo.
Bien. La historia me intrigaba, me llamaba la atención saber si iban a tener la valentía suficiente de hablar de todo el proceso sin tapujos ni pelos en la lengua.
Sólo puedo deciros que me ha impresionado. Todas las frases, los puntos, las comas, los sentimientos y pensamientos y la lucha, con dos ovarios por ser madres. Madres las dos, hablando, entendiendo la postura de cada una de ellas y entendiendo después la postura de sus hijos.
He llorado, me ha hecho llorar en cada uno de sus capítulos porque para mí eran conocidos, desde el primero hasta el último, y alguno más que no viene a cuento en estos momentos.
¡Que equivocada y ultrajada me siento! Sí, ya sé que eran otros tiempos, pero quizá por ello el compromiso debió de ser mayor. Cuando quieres, quieres con el corazón, quieres con la conciencia, quieres con la verdad y con los valores que te unen.
Os aconsejo, que si sois una pareja de lesbianas, si os queréis, si queréis formar una familia y queréis tener un hijo, leáis este libro con mucha atención. Aunque sean otros tiempos que nada tengan que ver con los de mi época, todavía tendréis que luchar por la aceptación, la diversidad y la visibilidad, por el bien de nuestros hijos.
Nunca más madres de segunda, nunca más no explicar a nuestros hijos el por qué tienen dos mamás o dos papás, nunca más renunciar a nuestra familia y nunca más renunciar a la verdad.
Ojalá hubiera tenido esta historia entre mis manos. Sé con toda seguridad que el camino entre tú y yo sería otro completamente distinto.
Hoy no hubiera renunciado por imposición, ni por todo el oro del mundo, a que siguieras llamándome mamá.
Quizás después de tantos años este fue mi error.

miércoles, 5 de abril de 2017

NUESTRA MIRADA NO ENGAÑA

"Desde mi país de "Nunca jamás", oigo tus pensamientos, veo tus miradas y me doy cuenta que en nuestro mundo no hay cabida para gente ignorante y sin sentimientos que no saben sonreír ni alegrarse de la vida. Allí lejos se queden!!! Tú y yo cogidas de la mano tan solo queremos ser felices"

¡Que rabia nos da que los demás sean felices! Somos capaces de tirar por tierra y enturbiar las relaciones ajenas que por seguro, desconocemos en su intimidad pero pasamos a calificar como aparentes y falsas.

Tengo una relación que me satisface plenamente con mi mujer, en la que a parte de complicidad, he podido encontrar todo lo que he anhelado durante mucho tiempo, quizás toda la vida: amar y sentirme amada, querida; confiar y perder la cabeza continuamente con una carcajada detrás de otra; sentir la ternura de una caricia, de una mirada y esa paz que se trasmite desde dentro y no puedes controlar.
Tus ojos, tus miradas muestran "todo eso" que llevas dentro. No es tan sólo una foto colgada en internet, es un transfondo que no todos pueden ver porque para verlo y sentirlo, hay que tener la mirada limpia.
La gente buena, la que aprecia al prójimo, aquellos que ven en la vida posibilidades, sueños y alegría, son los que saben diferenciar la felicidad en los demás.
Aquel pobre amargado, trastornado por el odio y el rencor, aquel que no puede mirar a la cara o aquel que ni tan siquiera tiene mirada, solo verá apariencia, engaño y falsedad en actitudes tan nobles y bonitas como el amor, la felicidad, la risa o la alegría.

A todos mis amigos, que durante estos últimos años me habéis dicho cosas como: "¡como te ha cambiado la cara!" "Que feliz se te ve", "se te nota en la mirada", "estás loquita", "te lo mereces", "sois una gran pareja", "que felicidad, que maravilla", "me encanta verte feliz", "tienes una cara de tonta enamorada, que me encanta"...,
Quiero que sepáis que cada foto, cada comentario, todo lo que comparto, lleva ese trocito de mi, sincero y lleno de amor y felicidad, y que mi única pretensión es compartir con vosotros mi felicidad y que con ello consigáis también la vuestra.
Dejar a un lado todo aquel que critique la felicidad y la alegría porque al fin y al cabo la vida está para ser vivida y la "oscuridad" es un absurdo que no nos lleva a ningún sitio.

"Sonríe, sonríe y sonríe" y como dice "mi maestra", aunque al principio no lo sientas y sea fingido, fuerza una sonrisa que alguien sabrá agradecerte​ y a la larga conseguirás llevarlo en las venas.

Os aseguro que no cambio una fotografía actual, por muy ridícula que me muestre, por una fotografía de mi pasado.

"Ojalá la gente fuera tan feliz, estuviera tan enamorada y fuera sincera y libre para reír"