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miércoles, 25 de septiembre de 2019

CON EL PASO DEL TIEMPO







Cuando te juzgan desde la ignorancia ese tipo de personas que lo único que queremos es tener bien lejos, agradeces el paso del tiempo.
Con este, (el paso del tiempo) permites ver el pasado desde otra perspectiva y puedes concluir sin equivocación alguna la cantidad de odio y maldad que el ser humano es capaz de acumular en sus entrañas.
Capaz de reconocer que no te importa lo más mínimo pero al mismo tiempo capaz de meterse en camisa de once varas, ¡¡¡vamos donde no debiera meterse!!!

¿Como debemos modificar una conducta que casi roza el delito?
¿Como podemos ser consecuentes con nuestros actos si no somos capaces de darnos cuenta de nuestros errores y modificarlos?
¿Como hacemos para tener la conciencia tranquila y rectificar?


Con el paso del tiempo me he dado cuenta que la mejor opción es aquella que se nos presenta de golpe, en un instante, aquella que te permite bajar del temperamento agresivo y contundente a un estado de sentido común muy lejano de reproches y de culpas.
Pedir perdón, disculparse, no es tan grave. No es bajar un escalón sino subir una montaña.
Que los demás cuestionen nuestros actos sin importarles y sin estar en nuestra piel, dice más del que cuestiona.
Luego viene aquello de los arrepentimientos cuando quizá ya es demasiado tarde, a todos el tiempo siempre nos pone en nuestro lugar. En mi caso elijo donde quiero estar. En otros casos ese lugar es impuesto por la actitud que mantienes en la vida.