MARTES 23-8-2011
Hoy, después de una noche movidita y no por mi culpa (la Silvi se ha puesto malita) hemos decidido relajarnos un poco y aprovechar el tiempo en nuestro camping. He empezado a leer el nuevo libro: "El secreto del peregrino" y me ha transportado sin darme cuenta al año pasado cuando caminamos por aquellos caminos hacia Santiago. (Como recuerdo ese viajecito y ¡cuanto lo echo de menos!).
Hemos dado un pequeño paseo por la vera del río, una corta ruta dentro del camping y después de comer y la siestecita, un confortable bañito en la piscina. Al final, visita por unos cuantos pueblecitos de alrededor con el coche, en plan muy tranquilo. Destacar el camino hacia Fredes, que aunque el pueblo en sí no es mucho (es pequeño), el camino hasta llegar, merece la pena. Es super chulo. Se notan los años ya que noto que esas carreteras empiezan a darme un poco de miedo.
De recompensa, a la vuelta, ya en casita, una cervecita, cena y volver a soñar envuelta con este manto celestial lleno de brillantes estrellas.
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