YA NO PODEMOS MAS
Los voluntarios de protectoras estamos saturados, hasta las orejas de tanto trabajo, tanto tiempo, tanto esfuerzo y tanto dinero que nos dejamos por todos ellos. Y no nos importa, lo hacemos con mucho gusto y por todos ellos.
Hay voluntarios que no salen del refugio. Conocen el nombre de cada uno de los peludos, de sus costumbres, de su forma de ser; saben donde se encuentra en cada momento cualquiera de ellos; se preocupan de buscar comida, hacer actividades y eventos para conseguir ese dinero tan necesario y poder darles una calidad de vida, aunque sea en un refugio. Buscan adopciones constantemente o casas de acogida para aquellos que por enfermedad o ser pequeños, no es conveniente que estén pasando frío y otros menoscabos.
Pero llega un momento que nos encontramos saturados, sobre pasados por unas situaciones que nos superan. Mientras el goteo de entrada no supera a las adopciones, la cosa va más o menos bien, pero si nos estancamos y sólo entran...la cosa no marcha.
Ponemos lo que cada uno puede y nos duele no poder ayudar a mas;
Nos duelen sus caras, su hambre, su frío, sus enfermedades, su tristeza, su abandono, su falta de caricias, sus carencias en general y nos duele a reventar ver como nadie, ningún ayuntamiento, ningún estamento, ningún gobierno, hace nada por ellos.
No hay partidas presupuestarias.
No hay una ley firme ni un control que evite lo que esta pasando: ABANDONO.
No hay subvenciones, ni ayudas a protectoras por ocuparse de los animales en peligro.
Ni si quiera tienen representación.
No queremos nada para nosotros, los voluntarios. Somos voluntarios porque queremos. No nos cansaremos de pedir, difundir y hacer todo lo que este en nuestras manos, pero la situación en dos días se a desbordado. Han entrado un montón de cachorros de varias camadas, abandonados en cajas a las puertas de cualquier refugio o junto al contenedor de basura. (A veces, lamentablemente, dentro de bolsas y ya dentro del cubo a punto de morir). Y para colmo una urgencia de unos veinte gatos con evidentes signos de desnutrición.
Hacemos un llamamiento para poder superar esta crisis. Un llamamiento a la generosidad de las gentes, de los ayuntamientos de todos en general:
¡¡ N E C E S I T A M O S A Y U D A !!
La colaboración de todos para poder sacar adelante a tantos y tantos animales desprotegidos que dependen de nosotros.
Necesitamos dinero, comida, facilidades para atender a los enfermos, refugios con subvenciones para mejorar las instalaciones, y sobretodo necesitamos que los gobiernos se impliquen y dejen de mirar hacia otro lado.
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