Vistas de página en total

miércoles, 20 de enero de 2016

LA CULPA




¿Culpabilidad? ¿Por qué? ¿De qué?...¿Por una palabra? ¿Por hacer o no hacer? ¿Por no ser como quieren los demás o por no actuar como desean? ¿Que falta tan "grande" se ha de cometer para sentirnos culpables?
Incluso ¿sentirnos culpables de perjudicar a alguien, reconocerlo y pedir perdón? ¿Culpabilidad por pedir perdón?...

Creo que ahí, justamente en ese punto debe estar el límite de la responsabilidad y de la culpabilidad. Si ves que vas a pasar esta línea, mejor sienta-te a meditar un momento antes de continuar.
La principal función de la culpabilidad es "hacer consciente al sujeto que ha hecho algún mal para facilitar los intentos de reparación" (M.M). Hasta aquí y punto. Mentalizate que ya has dejado de tener necesidad de sentirte culpable. Y es que a veces ya no somos victimas si no que pasamos a ser nuestros propios verdugos.

Después del día de ayer, me he dado cuenta que utilizamos el sentimiento de culpabilidad muy malamente. Hemos llegado al extremo (algun@) de sentirnos culpables por cualquier pequeña diferencia de opinión o falta, o peor aún, sentirnos culpables porque así nos lo hacen saber los demás y tontos de nosotros, nos lo creemos. Y es que no era consciente de la figura del "culpabilizador", ese o esa que utiliza el chantaje emocional, aprovechando esa palabrería, ese encanto y esa forma de darle la vuelta a todo para resultar ileso cuando algo se tuerce. ¡ Para mi, esto es verdadero arte!.
Estamos tan acostumbrados desde la niñez a oír frases culpabilizadoras que en ocasiones convivimos siempre, sin darnos cuenta, en ese estado de culpa perpetuo.

A partir de ahora, eso se ha terminado; cada cual que acarre con su parte de culpa. Yo me hago cargo de mi culpa y tu te responsabilizas de la tuya. Vamos a repartir las culpas un poco más equitativamente, ¿te parece?

No hay comentarios:

Publicar un comentario