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miércoles, 12 de septiembre de 2018

NO ES LO NORMAL, PERO ES LO QUE ME GUSTA




Hay mucha gente que me dice (o piensa), que: "lo que te pasa a ti no es muy normal, ¿no?", y yo me quedo mirándoles con mi "insolencia" típica del que conoce a la perfección sus razones y motivos, les digo "¡si tu supieras!"... pero ¡no!, esta vez no van a saber. Sería descubrir lo más profundo de mi alma y a estas alturas de mi vida os tenéis que conformar con las fotografías que cuelgo en las redes sociales y hablan de mi y de mi entorno.

Descifrar el enigma de mis valores sería como tirar un vaso de agua fría a mi interlocutor, jamás entendería que mis preferencias y gustos, otra vez, estén al otro lado de la frontera de la razón o de la elegancia de una vida que nunca quise y nunca me gusto.

A veces puedo echar de menos estar con gente que de verdad aprecio, hacer cosas fuera de este campo, que antes sí hacía, pero enseguida me doy cuenta que no sirvo para compartir todos mis ideales, metas y sentimientos en  ese mundo donde vosotras si sois capaces de moveros. Me siento más cerca ya de los sesenta que de los cincuenta y eso me hace darme cuenta que ya no soy lo que era. Mis fuerzas han menguado; no tengo ganas de protestas, de levantar la voz ni de enfrentamientos que ahora si, se que no sirven para nada. Con ello mi sentido de vivir una vida sana y feliz elimina cualquier tema que pueda conllevar una guerra.

No quiero luchar, no quiero enfrentarme a otros pensamientos, no quiero convencer a nadie ni que nadie me convenza. Simplemente quiero vivir y aprovechar al máximo el tiempo que me queda. Quizás ahora mi destino me lo ha puesto a huevos y me a dado todas las herramientas para conseguir aquello que un día escribí en un papel como "mi gran deseo"

No es normal, ¡Lo sé! pero me gusta vivir así. Levantarme por la mañana cuando el sol me despierta. No tener prisa, ni si quiera pensar. Saborear esa taza de café, descafeinado, mirando las montañas, las nubes, un paisaje en el que estoy inmersa, en el que vivo y en el que me siento viva. Pienso, ¿que es lo que necesito? y me respondo yo misma que ¡¡No necesito nada, que lo tengo todo y si algún caso, solo me faltas tu!!
No quiero nada más, no busco nada más. Lo que quería y lo que buscaba ya es pasado y la única que conoce el resultado de esas búsquedas y esos deseos, soy yo misma. Nadie más. Nadie debe juzgar por el mero hecho de vivir, de caminar un camino que aunque ahora sea senda, me va a llevar a mi destino, sea este lo que sea. 

¿Sabéis algo que he descubierto?
Cada vez somos más los "anormales" que deseamos vivir una vida de este estilo, sin complicación, sin rutina,...sin nada.

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