Vistas de página en total

domingo, 2 de diciembre de 2012

POR QUIEN LUCHAR




Mi mente se divide como siempre
Entre seguir mi destino o el de el
No están en el mismo rumbo
y ya no es ella el capitán,
Pero el barco zozobra
Y nadie lo puede controlar.

¡Que ganas! Quisiera
-no sabes cuanto-
volver a navegar
Coger con mis manos los remos
Y no parar hasta llegar
Llegar al final de esta existencia
Y terminar con su maldad
Y así recuperar mi cuerpo
Mi alma y lo que dejé atrás
Aquello que era nuestro
Y solo tu te lo quisiste quedar.

No me dejaste nada
Solo una estela en el mar
Que equivoca mi camino
Atrapándome en tu mirar.
No me dejo, como antes
Que me tenias que salvar,
Ahora manejo mis armas
Y no te necesito más.

Luchare si hace falta
Por el y por nadie mas
El es parte de mi vida
Es mi eterno vagabundear.
Me parece hasta mentira
Que tanto me pueda calar
Que es parte de locura
Amor de madre sin identidad.

Te llevo aquí dentro
Y todo te quisiera dar
Aunque mis manos vacías
No saben como librar
Esta estúpida batalla
Que otra logro ganar
A fuerza de mentiras
Malas artes y poca dignidad
Por ti libro esta batalla
Hasta que llegue mi final
Y en el silencio de la noche
Te volveré a confesar
Que eres parte de mi vida
Y el resto me da igual.

Seguiré con las manos vacías
Y el corazón por la mitad
Pero tu cara en mi cara
Y tu vida en mi caminar

Maco Segui.

1 comentario:

  1. No te lamentes por nada, si tienes que luchar ¡lucha! Pero que sea por lo que realmente vale la pena...
    –Una extensión de ti misma...-,
    Algo que también eres tú, más allá del horizonte.
    Ante tus ojos se muestra el mundo,
    ¡Míralo con esperanza!

    No temas a tu presente ni llores por un aciago pasado.
    Se tú misma, ahora y siempre... Tu cambio ya ha empezado...

    La batalla que tenías que librar,
    -cruzada inesperada-,
    Primero la tuviste que llorar
    Sobre su blanca almohada.

    La batalla que tenías en el mar,
    -contienda inoportuna-,
    te dejó varada en el pesar
    de una noche sin luna.

    La batalla que nunca entendiste y la que no quisiste entender,
    la que hirió tu alma y de la que no te supiste defender,
    esa batalla -absurda afrenta-, ya se libró...
    Estos despojos, aquella batalla, tu dignidad...
    Todo gira en el ojo del huracán, espera a que amaine y todo se calmará.

    No llores, no estés triste, no te compadezcas, no te castigues y, sobre todo, no te culpes por nada.

    A estas alturas de tu vida...
    (¡¡Con todo lo aprendido!!)
    las cartas ya te han mostrado,
    que nada has perdido
    Y todo has ganado


    ElKarretero

    ResponderEliminar