Vistas de página en total

martes, 20 de marzo de 2012

EL TIEMPO NO SE DETIENE





Pasan los días y creemos, a nuestra edad, que no envejecemos. Ilusamente pienso que el tiempo está detenido, que mi cara ya no tiene arrugas nuevas y sin querer, rehuso a mirarme en el espejo por si acaso no me  reconozco.

Las huellas en mi piel se notan y cada día se forjan nuevas señales que ya no son de "guerra" como antaño, sino   señales de vejez. Mis manos están manchadas, arrugadas y curiosamente resecas por falta de hidratación. Tengo que beber más agua, tengo que cuidarme, hacer ejercicio obligatóriamente y sobre todo mantenerme activa.
 Noto que poco a poco todo el que esta a mi alrededor va creciendo en altura y yo me voy encogiendo.

Me obligo a estirarme todas las mañanas para caminar erguida; me obligo a pasear una hora para que las piernas sigan por mucho más tiempo aguantando mi cuerpo sin quejarse; hago pesas para mantener los músculos fuertes y sí, intento ahora cuidarme un poco más cada día.

Pero lo que verdaderamente me preocupa es no admitir ni darme cuenta que EL TIEMPO NO SE DETIENE. Fingir a esta edad, no es bueno. Creer erróneamente que estoy bien, puede confundirme y no ir asimilando lo que desgraciadamente tiene que llegar. ¡Sí! Estoy bien para mi edad, pero tengo que reconocer que ni mi cabeza ni mi cuerpo son lo que era antes. Poco a poco es necesario acoplarse a ese paso del tiempo que lentamente nos consume. Todos pasamos por aquí (buena señal).

Mi cabeza, mis pensamientos, a veces no están aquí. Se pierden en divagaciones absurdas que luego no recuerdo; pensamientos que se disfrazan entre recuerdos y realidades. Esta vez voy a mantener mi mente ocupada, ejercitada, en continuo movimiento para no dejarla descansar ni un minuto. No debo. Me da miedo que se duerma, entre en un profundo sueño y no vuelva a despertar jamás.

Vamos paso a paso intentando hacer de nuestra vejez un cúmulo de alegría, vivencias, recuerdos y un entrañable seguir caminando, por que ya sabemos, a esta edad, que el tiempo no se detiene.

2 comentarios:

  1. El tiempo pasa( menos mal, porque si se detuviera...) y nuestro caparazón se va deteriorando, va adquiriendo una pátina que no a todo el mundo le parece agradable y lo que es peor que no todos saben aceptar. Pero lo más importante es que ese caparazón encierra dentro nuestras ilusiones , nuestras emociones y nuestra capacidad de amar y esas no envejecen nunca.
    UN saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. gracias por tu comentario. Lo más válido para mi es lo que encierra una persona dentro de sí. El envoltorio me es indiferente, pero lo que encerramos dentro ¡es tan valioso!

      Eliminar