Lunes, 26 de diciembre dos mil veintidos.
Según quien me regalo la libreta (tipo libro), antes de utilizarla debemos ver cuántos de nuestros proyectos se han cumplido, si hemos podido cumplir algo de lo que a lo largo del año teníamos en mente.
Siempre se consigue algo (al menos uno); sería estúpido poner todas tus metas fuera de tu alcance. También es cierto que muchos se quedan en el saco de los sueños rotos.
Quiero decir que este año que va a comenzar, será el punto de partida para empezar de cero y quitar de mi cabeza esas nubes oscuras que he ido acumulando a lo largo de estos últimos años, años que para mi están marcados por la desilusión, el luto, la tristeza y la apatía ante un futuro "truncado"
"Quizá los miedos se han comido los sueños"
Podria enumerar tanto los miedos como los sueños, pero prefiero guardarmelos para mí (Si eso más adelante).
Es un buen principio. Toca subir y pensar en mi y en lo que quiero, aunque ya lo se: paz, tranquilidad, sonreír e ir despacio saboreando el tiempo y todas las cosas buenas que este nos proporciona.
Lunes 2 de enero dos mil veintitrés.
Llega el momento de la lista pero no voy a hacerla. Todo, absolutamente todo deja de depender de uno mismo por toda la ilusión que pongas. Aparece alguien que se cree "alguien" e interfiere en lo que tu crees es tu futuro o las fuerzas del universo te contradicen y afectan a los acontecimientos.
Quizás deba poner empeño en amar, en ser libre y creer en esa libertad que me hace ser feliz y sentirme bien.
"No hay nada más importante en la vida, que uno mismo"...y no se trata de adelgazar, de comer sano o hacer más deporte...son otros valores que olvidamos"
Recuperaremos o nos adaptaremos a nuestras nuevas vidas.
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