Vistas de página en total

martes, 27 de febrero de 2018

TENGO TIEMPO





Ahora tengo tiempo de fijarme un poco más, de pensar porque paso, de buscar esas razones ocultas o inventadas que en apariencia no han existido. Ahora tengo tiempo de indagar si por esa forma de ser tan mía, tan inconsciente a la hora de hablar, a la hora de rodearme de personas con mis mismas cualidades, a la hora de pensar o  de ser indiferente a lo que tu o tu, o aquel o aquella opinará, me ha hecho estar donde estoy. No me arrepiento, estoy fuerte y esa fortaleza que me he impuesto yo misma a fuerza de palos (de los ajenos y los propios) es la que en estos momentos me hace preguntas inapropiadas del pasado, de un pasado muy reciente y del ahora, que ni yo misma me se contestar.

¿Donde estas? ¿Donde están tus verdades? ¿Donde están esas mentiras o esa forma tan insípida de dar lecciones?

Queda mucho por aprender, mucho todavía por lo que luchar, muchas reivindicaciones que hacer y, por desgracia, muchas ostias que darnos, porque no nos equivoquemos, hemos mejorado, hemos cambiado, hemos superado...pero todavía queda mucho camino por andar.

¡Que en pleno siglo XXI estemos construyendo a fuerza de luchas minoritarias leyes por la igualdad entre los seres humanos, tiene delito! y en lugar de ver las cosas como más cercanas, las veo cada vez, ya no más lejos si no con más odios e incomprensión, con una falta de respeto y de libertad que me abruma.

Pero no importa. Tengo tiempo, Ahora tengo tiempo para observar y encontrar respuestas a aquello que hace bien poco, ni me planteaba.
Aun tengo tiempo para saber y aprender y sobre todo para desaprender aquello que no debí aprender.

domingo, 25 de febrero de 2018

OCHO DE MARZO

Soy mujer. Me gusta reivindicar y que cada uno reivindique sus derechos con educación y acierto.
Cuando vi las imágenes de nuestros mayores por televisión solo pude "flipar" y dentro de mi pensé "si supierais el daño que podéis hacer, políticamente hablando,..." Sois los únicos (desgraciadamente viendo lo que hay) que podéis poner este país "patas arriba". No tenéis nada que perder y por lo que he visto ni excusas y además contáis con todo el tiempo del mundo.

Ahora se pretende otra manifestación bestial por el día de la mujer y ¿Que nos encontramos?. Limitaciones!!!, Limitaciones por todas partes. "Dos horas de huelga; no puedo me descuentan demasiado; ¿Y mis hijos, que hago con ellos?..."

Una verdadera manifestación, una verdadera forma de reivindicar y de parar el país es...no hacer nada, dedicarnos todo el día a pasear, tomar el sol y estar "a la bartola"desde la más pequeña hasta la más grande, sin limitaciones, sin quitar, sin prioridades, sin nada que hacer, pensar o decir.

Pero el ocho de marzo...será un día normal donde las esclavas del sistema, "las mujeres" seguiremos asumiendo las imposiciones, seguiremos con la brecha salarial, seguiremos...como siempre, viendo pasar nuestras oportunidades por no ser valientes y no darnos cuenta que si saliéramos, tendríamos más que ganar que que perder.

lunes, 19 de febrero de 2018

LA ÚLTIMA PALABRA




Siempre quieren tener la última palabra o ese último mensaje implícito que te invita a pensar que es insolente. Son de ese tipo de gente que utiliza la vida de los demás con desprecio, improperios e injurias ocultas en vistas de contribuir a un desastre que casi nunca llega.
No consiguen su objetivo, pero a pesar de todo, lo intentan una y otra vez, a través de su propia creencia de gloria y victoria o descaradamente en el silencio.
Es así y ya esta. No vale la pena perder el tiempo en esperar, ni si quiera dar el beneplácito de que cambien. 

Las ratas no cambian; viven, crecen y mueren como ratas y es esa su existencia. O te acostumbras a ellas o te producen un asco con solo verlas a distancia. Me refiero a las ratas. Y hay ratas de ciudad, de campo e incluso de playa, que yo las he visto!

Cuando escucho algo relacionado con esto por televisión o la radio, (aquí ya me refiero a las personas no a las ratas), pienso siempre que si vivieran apartados en un gueto, se matarían ellos mismos con sus milongas; señalarían con su propio dedo sus propias rarezas, sus mentiras, sus diferentes formas de ser y acabarían justificándose a sí mismos para no enloquecer. No acatarían ni su propia injusticia ni si quiera la voluntad de vivir tranquilamente en sociedad.

Son así, son ellos, existen, siguen siendo como eran ayer o antes de ayer. No cambian , ni lo intentan ni lo quieren, y así les va, esperando que el tiempo  ponga al resto del universo en su sitio y que dentro de poco "llegué la hora de los demás".

Pero hace tiempo, mucho tiempo que los otros ya encontraron su lugar.



               "No lloréis,
               que no vean vuestra debilidad.
               No sufráis,
               que no sientan que sentís.
               Tampoco riáis
               -eso puede ser fatal-
               Y sobre todo,
               -como consejo-
               no mostréis nunca
               ni una pizca de FELICIDAD."

                                       Maco Seguí.

jueves, 8 de febrero de 2018

DECIR LA VERDAD







A veces es difícil decir la verdad, incluso es difícil invadir tu propia intimidad, y más difícil aún luchar por lo que eres o por quién eres.
A veces es contraproducente  visibilizarte porque no es fácil. No es nada fácil.
A veces quién más cercano está, quién más a tu lado en el día a día, más lejos sientes, menos apoyo y más frustración te produce en ese mismo día a día.
A veces se valora mucho más lo que dicen los demás porque piensan totalmente distinto a lo que pienso yo.
Y a veces yo misma me lo creo y me digo que debería dejar de ser yo.
Si, estoy así un poco "rara", más sensible de lo normal, y es que los años pasan y cada vez cumplo uno y vamos sumando; y piensas que eres un poco más mayor, que quizás estás guerras ya no son tus guerras; que cada tiempo tiene su tiempo y el mío igual ya es otro...o quizás no. Tampoco lo sé y a veces ni me importa y otras veces sí.
Pero hay algo que va en mi ADN y no lo puedo evitar, la VERDAD ni ahora ni nunca más me va a abandonar.
Siento que al no ocultarme destapó otra formas de vida que están ocultas, que prefieren estar ocultas y me parece bien pero es que hace tiempo que dejó de importarme lo que pensaran de mi y no quiero quedarme oculta ante un  mundo que lo que demanda es el fluir, el movimiento, el aprender y el enseñar.
Transmitir, ver, absorber y comerte el mundo...a los diez, a los veinte, treinta, cuarenta, cincuenta, sesenta o cien.
No sé, pensaba que estaba viviendo en otra época, aquella que siempre digo que era la que tenía que haber vivido y no está que nos mantiene ocultos para vivir en libertad. Que extraño ¿No?