Las emociones. ¿Qué son las emociones? ¿Cómo podemos sobrevivir a ellas? ¿Cuentan por igual las buenas emociones que las malas emociones? Todas cuentan. Todas nos influyen. Todas nos afectan, en menor o en mayor medida.
Las emociones...¿¡Cómo dominarlas!? ¿Cómo controlarlas?
Son reacciones, respuestas ante lo que sentimos. Siento.
Un sonido, un olor, un paisaje, el tacto de tu ausencia, de tu piel...todo, alguno o nada desencadena una explosión de sensaciones, y es que hay tanto por lo que sentir....y un abanico tremendo de emociones. Sorpresa, asco, alegría, miedo, irá, tristeza,...y muchas, muchas más.
Aprendemos, desgraciadamente, a dominar nuestras emociones. No somos libres para dejarnos llevar. Sabemos que, a fuerza de palos, las emociones pueden tener consecuencias negativas con otros, con uno mismo o con el entorno. ¡Que mal! La pureza, la ingenuidad de la juventud nos separa tremendamente de los tiempos maduros del autocontrol y el control externo que nos impide manifestar las sensaciones que guardamos inexorablemente en nuestros recuerdos.
Y así nos morimos sin decir nada, con las emociones escondidas bajo nuestra piel por miedo a ser descubiertos con nuestro yo más profundo.
Me emocionaré posiblemente cuando despierte.
Las emociones...¿¡Cómo dominarlas!? ¿Cómo controlarlas?
Son reacciones, respuestas ante lo que sentimos. Siento.
Un sonido, un olor, un paisaje, el tacto de tu ausencia, de tu piel...todo, alguno o nada desencadena una explosión de sensaciones, y es que hay tanto por lo que sentir....y un abanico tremendo de emociones. Sorpresa, asco, alegría, miedo, irá, tristeza,...y muchas, muchas más.
Aprendemos, desgraciadamente, a dominar nuestras emociones. No somos libres para dejarnos llevar. Sabemos que, a fuerza de palos, las emociones pueden tener consecuencias negativas con otros, con uno mismo o con el entorno. ¡Que mal! La pureza, la ingenuidad de la juventud nos separa tremendamente de los tiempos maduros del autocontrol y el control externo que nos impide manifestar las sensaciones que guardamos inexorablemente en nuestros recuerdos.
Y así nos morimos sin decir nada, con las emociones escondidas bajo nuestra piel por miedo a ser descubiertos con nuestro yo más profundo.
Me emocionaré posiblemente cuando despierte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario