Hace ya bastante tiempo que no participo activamente de la vida social en ninguno de los ámbitos en los que solía moverme, (política, actividades críticas de redes sociales, trabajo, Marietes, Ayuntamiento, denuncia pública, etc.) pero cuando veo esta foto, que además me encanta, siento un poderío por dentro y una voz interna que me empuja a salir de mi espacio de confort y chillar a los cuatro vientos todo lo que siento y pienso. Pero racionalmente prefiero mantenerme allá donde estoy. Reconozco que me he auto-invalidado después de ver lo que esta pasando a mi alrededor. No me gusta nada. Hemos perdido terreno en todos los sentidos. En mi vida, aun estando "fuera de la ley", he visto tanta injusticia social y no estoy hablando en términos políticos. Ahí hace ya tiempo que prefiero ni dar mi opinión. Creo que ya no tengo opinión, únicamente creencias que me defiendo hablando conmigo misma.
Bueno, a lo que iba. El poderío de la foto.
Recuerdo aquellos años, antes del 2005, donde las lesbianas existíamos pero no nos llamábamos ni lesbianas, ni gays ni del colectivo, éramos simplemente "amigas" o "solteronas". ¡Que bien vivíamos! Era un placer amar a escondidas o a veces con descaro, disfrutábamos de la pasión. Nosotras, las chicas lo teníamos más fácil que los chicos. Ellos lo pasaban mal. Eran maricones y que yo recuerde, no estaba bien visto que dos solteros compartieran piso, "algo raro hay"
Entre ese tiempo y el ahora, es como la curva de la economía, hacia arriba y hacia abajo, como un ondulado que va marcando quien está en el poder. Si existía un buen momento hasta molaba salir del armario, ser lesbiana y visibilizarte, pero si no era un buen momento las criticas, los desprecios y las desigualdades te hundían en la miseria. Algunas de las cosas que más me contrariaron fueron el tema laboral por ejemplo. Todo era guay aunque fuera un trabajo de mierda con un sueldo de mierda y en una empresa muy progresista y colaboradora con los más desprotegidos, hasta que a la hora de la verdad permitió el bullying entre trabajadores por su condición sexual. Y encima ahora como esta de moda el empoderamiento de la mujer, pues empresarios empoderados deben defender su poder (no el de mi foto), haciendo gala de la explotación ya no por la sexualidad de las personas si no por ser mujer. Seguimos en el 2024 con salarios de mierda, trabajos de mierda y por mis huevos. No hemos avanzado!!!
Vuelvo a salirme del guion.
Cuando veo la expresión de mi propia cara en esta foto me siento feliz. Muy feliz! Quizás el haber estado durante algún tiempo en marquesinas de metro, paseándome por Valencia en los autobuses de la EMT o el haber tomado la decisión de participar como miembro de una asociación LGTBI en esta campaña o en otras similares por la visibilidad, me han hecho ser como soy y llegar allá (lugar indefinido en el que me encuentro) y en el que estoy muy a gusto.
Allá donde estoy es un lugar mágico, donde mi mente puede viajar donde le da la gana, me cago en todo cuando me da la gana y soy tan bipolar como me da la gana. El día que me dijeron por primera vez que era bipolar, me enfade muchísimo hasta conmigo misma. ¡Que estupidez! ¡Ni si quiera fue el diagnostico de un profesional! Y ahora me encanta serlo. Disfruto cada día con mi bipolaridad y así no me siento ni sola ni aburrida.
Esa cara me recuerda que no puedes fiarte de la palabra de nadie, de los sentimientos ni de las verdades a medias y ¡Tened cuidado! que hay muchas y muchos que les encanta la confusión, los líos y lo de hoy digo una cosa y mañana otra bien diferente.
También me recuerda (esa cara) que hay que perdonar-te, aunque suene muy de libro. Perdonar-te a ti mismo. Nadie es tan importante como uno mismo.
Mírate a tu mejor cara, perdónate, auto-invalídate, protégete y búscate un lugar "ALLÁ DONDE ESTOY", donde puedas viajar y ser feliz.
Lo que está por llegar va a ser de locos.
*Marietes Asociación LGTBI
*"Fuera de la Ley", cuando vivía en pecado antes de la aprobación de la Ley del matrimonio igualitario, entre parejas del mismo sexo.
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