Montanejos, Comunidad
Valenciana, mes de octubre de 2021.
Hemos pasado el
verano con el tornillo de la locura suelto. En general, aunque continúa el
virus, todos estamos deseosos de sentir la vida, la diversión y mandar a tomar
“por ahí” al puñetero bicho. Estamos hartos, hasta las narices. Un porcentaje
muy grande esta vacunada ya de las dos dosis. Ahora se están planteando vacunar
con una tercera dosis junto con la gripe a los mayores y de riesgo. Tengo claro
que tendremos que vacunarnos todos de nuevo. La famosa mascarilla sigue siendo
obligatoria en sitios cerrados y espacios públicos pero creo que ya pasamos un
poco todos de ella. Sigo sin entender muchas de las cosas que están pasando en
esta sociedad en la que vivo actualmente. A veces pienso que todo es un mal sueño.
Ha crecido la violencia. Han crecido los desapegos, la amargura, la
inestabilidad. Reñimos continuamente, Yo, personalmente, estoy enfadada con
todo y con todos y sin ganas de salir del circulo vicioso donde me he metido.
Ni creo en nadie, ni confío. (Me la han metido tantas veces que ya todo me da
igual). Nos hemos hecho más inhumanos. ¡¡Que contradicción!!
Políticamente
esto es un autentico desastre. Las ayudas no acaban de llegar ni a personas ni
a empresas, y si lo hacen es a cuentagotas. Siempre se benefician los mismos y
seguimos a nivel de calle, sin reaccionar. El sistema sanitario empieza a
moverse un poco. Por lo menos tu medico puede verte ya en persona y puedes
decidir si quieres cita presencial o telefónica, al menos en la primaria, en la
cercana, aunque por lo que he visto a nivel de especialidades y hospital,
todavía no están a plena faena. Algo que me preocupa bastante es que a toro
pasado parece ser que el estado de alarma ha sido inconstitucional. Han
atentado contra nuestros derechos. Me preocupa ya que el cabecilla de que esto
sea así es VOX, justo quienes atacan más a nuestros derechos. De todas formas,
como ya he dicho antes, dentro del círculo en el que me he metido y del cual no
quiero salir, ya no me importa, ni la política ni lo que pase. “Lo que tenga
que ser será” (título de uno de los
libros publicados por Josep Segui Dolz)
Estoy un poco
desilusionada. Pensaba que íbamos a ser mejores y no ha sido así. Igual estoy
bajo los efectos de una leve depresión y no me importa reconocerlo. Creo que es
eso.
Tengo el
PASAPORTE COVID, pero no se para que va a servir. Después de todo parece que
aunque seguimos teniendo el bicho entre nosotros, vamos a terminar con él y con
esta pandemia. A partir de ahora nos vamos a tener que acostumbrar a convivir
con muchas pandemias. Todo no es como era antes ni sabremos lo que nos depara
el futuro. ¿Nos seguirán controlando como lo han hecho desde marzo del 2020?
¿Todos los chips que faltan son los que nos han metido en el cuerpo? ¿Cuándo
reaccionaremos a todo lo que nos está ahogando sin sentido? Ertes, paro, luz,
precios abusivos, carencia de recursos, etc, y lo más importante, falta de
ilusión.
Os dejo. Durante
una temporada voy a intentar recuperar mi vida, volver a ilusionarme y
volverme una INSURRECTV de manual, jeje.
Desde cualquier
sitio, cualquier día, a cualquier hora.
No fuimos lo
suficientemente valientes para prevenir y luchar por lo que nos importaba:
vivir.
Apretaron el botón de un apagón que nos llevo directamente a la más cruel de la oscuridad. Las empresas eléctricas y de suministros elevaron de tal modo los precios que casi nadie podía permitirse el lujo de acceder a ningún tipo de energía. El mundo quedó en manos de unos desalmados que ningún gobierno pudo controlar. Ganaron la batalla y nadie se dio cuenta. El poder destruye y eso es lo que paso.
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