Me enamoré como nada me había hecho enamorarme y me duro años y años... Primavera, verano, otoño e invierno.
Cada época tenía un sabor especial, lindo, brillante, pero sólo durante algún minuto del día. Enseguida se rompía el encanto. ¡Que duro es ver como tan solo se disfruta por un tiempo. El resto permaneces dormida.
Nos consolamos pensando que la vida es así o, todavía peor, dando largas. Pero ni la vida es así ni nada, bueno o malo, es eterno.
Mis pensamientos, las imágenes que guardo en mi interior, nadie, por mucho que me insinúan, transmiten (por supuesto en negativo), ni incluso yo misma vea, me harán olvidar que mi enamoramiento fue y será digno de una titanic.
Siempre, aunque el tiempo siga pasando de esta manera tan indecente y descontrolado, tu nube, tu aroma, tu esencia, seguirá conmigo aunque seas un paisaje vacío y destartalado.
L'Eliana, 4 enero 2025
(Del diario sin días, 2)